Pero cuanto más se acerca a Jill, Eddie, y Adrian sobre todo, cuanto más
se cuestiona sus milenarias creencias Alquimistas, su idea de la familia y
el sentido de lo que significa pertenecer de verdad.
Su mundo se complica aún más cuando los experimentos mágicos muestran que
Sydney puede ser la clave para evitar convertirse en Strigoi de los más
feroces vampiros, los que no mueren. Pero es el miedo de ser sólo eso, especial, mágico, poderoso, que asusta más que a nada.
Igualmente desalentador es su nuevo romance con Brayden, un chico
guapo, inteligente, que parece ser su partido en todos los sentidos. Sin embargo, tan perfecto como parece, Sydney encuentra a sí misma que se señala a alguien más, alguien prohibido para ella.
Cuando un sorprendente secreto amenaza con destruir el mundo de los vampiros aparte, la lealtad de Sydney de repente se prueba más que nunca. Se pregunta cómo se supone que debe lograr un equilibrio entre los principios y dogmas que le han enseñado, y lo que sus instintos están diciendo.
¿Debería confiar en los alquimistas o de su corazón?
Cuando un sorprendente secreto amenaza con destruir el mundo de los vampiros aparte, la lealtad de Sydney de repente se prueba más que nunca. Se pregunta cómo se supone que debe lograr un equilibrio entre los principios y dogmas que le han enseñado, y lo que sus instintos están diciendo.
¿Debería confiar en los alquimistas o de su corazón?
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